Depende de la temperatura del día o si hay vacaciones escolares, pero los habaneros siempre tendrán que hacer cola para poder entrar a uno de los cuatro salones al aire libre donde expenden los famosos helados Coppelia. Es que desde que abrió sus puertas en 1966 en la más famosa esquina de El Vedado, en L y 23, la heladería atiende a 13 mil personas promedio por día, convirtiéndose en la más grande y concurrida de toda la isla.
En esta heladería abierta a los jardines, comienza la película Fresa y chocolate, haciéndola aún más famosa, si eso era posible.
Lo insólito es que después de la espera cada comensal recibe sus dos bochas de helado, muchas veces sin poder elegir el gusto porque tal vez ya se acabó el que se había pensado, hecho que no importa demasiado, ya que todos son deliciosos. Como parte del ritual las mesas de cuatro puestos son compartidas, sean conocidos o no, por lo cual, además de todo, es un lugar para hacerse de amigos.
En sus orígenes ofrecían 25 sabores, pero hoy son algunos menos, siendo los más conocidos y pedidos los de coco, mango o guayaba, frutas tropicales propias de la isla, y por supuesto los de fresa (frutilla) y chocolate, a los que se refiere la película.
Para los turistas cuentan con un mostrador y sector especial, donde no es necesario esperar tanto tiempo para probar alguno de los actuales 10 gustos de los cremosos helados, los que pueden saborearse junto a una fresca ensalada de frutas.
Con ingreso por la puerta de la calle 23 existe un servicio que atiende las 24 horas del día, porque muchos dicen que quien no va a la Heladería Coppelia no visi