La isla de Cuba fue el primer asentamiento español en el nuevo continente descubierto por Cristóbal Colón en 1492. La ciudad de La Habana fue fundada en 1519 y ha sido el corazón de la vida social y política de la isla desde entonces, convirtiéndola en una de las más importantes del continente por su importante patrimonio colonial.
Su casco histórico, de unos 5 km2, fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad de la UNESCO en 1982 y para preservar su legado arquitectónico y cultural se encuentra, desde 1993, bajo un intenso trabajo de restauración y puesta en valor a cargo de la Oficina del Historiador de La Habana.
El trabajo de reconstrucción y rehabilitación de la Habana Vieja no se reduce a la tarea de recuperación del material arquitectónico del patrimonio histórico. La originalidad del Plan Maestro consiste en considerar a la cultura como eje principal del desarrollo tanto como a su gente, como creadores y transmisores de los patrones culturales.
Esto se traduce en la sencilla idea de que junto a la recuperación material de los edificios se debe alcanzar una mejora económica para quienes allí residen.
Por su carácter innovador y los excelentes resultados obtenidos hasta el momento el Programa fue adoptado por la Oficina Regional de la UNESCO como un nuevo modelo de rehabilitación cultural urbana para aplicar en otras latitudes.
En el 2007 obtuvo el premio Reina Sofía de Conservación y Restauración de la Agencia de Cooperación Española. Eusebio Leal Spengler, Director de la Oficina del Historiador, recibió el pergamino de honor ONU-Habitat 2007 por su minuciosa dedicación a la restauración y conservación de la Habana Vieja, y en 2008 el Premio Internacional “Sebetia Ter” en la categoría de Arquitectura, galardón que otorga anualmente el Instituto de Cultura y Artes de Nápoles.
“No es un proyecto sólo arqueológico, es más complejo, pues es una ciudad habitada. Lo fundamental es una restauración sin sacar a las personas, no convertirla (a La Habana Vieja) en una ciudad para turistas”, explica el director Leal Spengler.

Financiación
Gracias a una ley de 1993 se le otorgó al organismo el respaldo para instrumentar métodos de apoyo financiero al trabajo de restauración. Se le otorgó derecho «a exportar e importar, comprar, vender y realizar otras operaciones mercantiles; formalizar convenios con organismos y entidades situadas en la zona priorizada para la conservación con el fin de garantizar el uso adecuado de sus valores patrimoniales; recibir y utilizar donaciones con destino a la restauración y a la propia Oficina».

Resultados
Desde 1994 a 2004 se logró la recuperación del 33 por ciento del área del centro histórico, y la rehabilitación de 3300 viviendas y se han edificado otras 437, en beneficio de 13200 personas.
Se ha restaurado un sector muy importante del centro histórico: cuatro de las cinco plazas principales y toda la madeja de calles que las entrecruzan y conectan están prácticamente recuperadas. Hoy se puede dar un largo paseo por un sector que, además, se ha «peatonalizado», lo cual favorece su apreciación y facilita la circulación de las personas, sin el peligro de los automóviles y sin su contaminación.
Como la idea central que anima al Plan es la de un centro histórico vital, la vivienda juega un papel fundamental con todos los servicios asociados al hábitat. Por eso se han restaurado escuelas y centros de salud generales y especializados.
Este proceso ha generado cerca de 12.000 puestos de trabajo y casi la mitad son ocupados por residentes de La Habana Vieja o de los